DISCURSO PRONUNCIADO POR CAROLINA CALELLO EN OCASIÓN DE RECIBIR EL PREMIO FACULTAD 

Sr. Decano,
Sra. Secretaria de doctorado y posdoctorado,
Sr. Subsecretario de doctorado y posdoctorado,
Sres. Secretarios de las distintas áreas de la facultad,
Miembros de la comisión de posdoctorado,
Miembros de las comisiones de doctorado,
Directores de tesis,
Doctorandos y posdoctorandos,
Doctores premiados,
Familiares, amigos:
Hoy nuestra querida facultad cumple 110 años. Es un honor representar en este día a los premiados por las tesis doctorales.
A través de los años, los integrantes de esta Facultad, nuestra segunda casa, no solo mantuvieron estándares de excelencia sino que promovieron incansablemente la investigación, el pensamiento crítico y, como consecuencia, la creación de un ámbito propicio para despertar la curiosidad necesaria para desarrollar este tipo de trabajos. No puedo dejar de mencionar
en mi área a los Dres. Vicente Oscar Díaz y Eduardo Ballesteros, y a mi ejemplo en esta tarea, el profesor Horacio Ziccardi.
Esta Facultad como parte de la Universidad de Buenos Aires, en la que me formé y desarrollé toda mi carrera académica, es sinónimo de ascenso social y orgullo de nuestro país.
En tiempos donde la inmediatez parece haberse adueñado de nuestra sociedad y de nuestras vidas en muchos sentidos, este momento representa la cara opuesta. Es la culminación de un camino largo, resultado del esfuerzo y de la disciplina, significa inversión de tiempo, dedicación, constancia; es paciencia, cuestionamiento y debate.

Este proceso implicó, para mí, y me atrevería a decir que para el resto de los premiados, extensos períodos de soledad, imprescindibles para la reflexión y la inspiración. Significó para nosotros andar y desandar una y otra vez una idea, una opinión, un razonamiento, y volver a empezar. La duda fue y es para mí el gran motor de la investigación.
En este camino, fue fundamental el apoyo de los directores de tesis, en mi caso los Dres. Jorge Damarco y Angel Schindel, gracias por su acompañamiento y su guía. También quiero agradecer a los miembros de las comisiones, a los jurados de las tesis, a los docentes de los cursos y personal del doctorado.
Además, todos sabemos que esto no sería posible sin el apoyo de nuestras familias, que nos acompañan y nos alientan, y son partícipes silenciosos de este logro. Gracias a ellas, a quienes nos ayudan cotidianamente, y a nuestros amigos, gracias a todos por haber contribuido a cumplir este sueño.
Finalmente, este premio representa la culminación de un ciclo y al mismo tiempo un comienzo.
Por eso, asumimos el compromiso con la sociedad, de seguir aprendiendo, investigando, de intentar aportar al conocimiento y de contribuir a la transformación científica. Y con nuestra querida facultad, de colaborar de cara al futuro con su prestigio como fuente de progreso y como estímulo para nuevas generaciones.
Muchas gracias.